latecleadera

jueves, 25 de febrero de 2016

TETRADA DIVINA parte 2: Buda, el hombre que no quiso ser dios.


Sin darme cuenta, buda siempre estuvo presente en mi vida.  Cuando niño, en la casa vieja había una pequeña porcelana de color negro que mi tía solía colocar en la parte de atrás de la nevera.   En la casa había porcelanas por todos lados y era preciso caminar con cuidado para no tropezar con ellas y hacerlas caer.  Pero esta ejercía cierta atracción particular, no era colorida como las demás, no estaba en los lugares propios para las porcelanas como lo serían el televisor, encima de la nevera, sobre la cómoda de la habitación o en cuanta mesa o repisa diese espacio para ellas,  además era fea, nada de niños besándose, señoras de faldas largas, imágenes religiosas austeras o animales de pelaje brillante;  esta solo era una pequeña figura de color negro, de trazos pobremente definidos que representaba un hombre obeso, cubierto con una túnica trasparente, sentado en el suelo cruzando cómodamente sus piernas y con un rostro pequeño de ojos rasgados, una sonrisa de picardía y una calva perfecta, pero lo más curioso es que bajo ella siempre había pegada una moneda, si mal no estoy de cinco centavos.  Curioso, una vez pregunte para qué era, y me contestaron que para traer la buena suerte, luego pregunte quién era él, y escuche por primera vez la palabra BUDA.


jueves, 4 de febrero de 2016

El día en que los gorilas hablaron



 Todos los días en internet  aparecen ciertos bucles de información que vaya uno a saber si maquiavélicamente motivados por sus creadores, haciendo uso de la más fina ingeniería social o simplemente producto  de la conducta morbosa y curiosa de la sociedad terminan en algo llamado “tendencia en redes” o llanamente “virales” a tal punto que tienen su propia sección en los noticieros como un preámbulo a la sección de farándula.  La mayoría  simplemente son imágenes que despiertan compasión o dolor acompañadas de un “dale amen” y que son un fiel indicativo de la labilidad emocional de quien lo comparte rozando peligrosamente en la estupidez, otros son videos graciosos o indignantes, algo así como los 5 minutos de fama a los  que todos en algún momento tendremos derecho,  y otros serán post informativos,  que entre más conspiranoicos y más adviertan sobre la premura en su lectura  antes que sean eliminados por fuerzas del orden,  más rápido atraerán personas a su lugar; la ventaja con estos es que para que se vuelvan tendencia tienen que ser leídos, lo malo es que casi siempre tienden a desinformar.

Hace días veía como muchos de mis contactos compartían un video en el cual un gorila nos entregaba un “urgente mensaje” que  parecía, hablaría sobre algo del daño ambiental.  Lo salté y esquivé un  centenar de veces, temiendo entrar a un enlace de grupos mesiánicos milenaristas de la nueva era,  hasta que pudo más la curiosidad y con el consuelo  que solo duraría minuto y medio me aventuré. 

 
Al parecer es un video de una fundación protectora de animales o algo semejante,  donde un gorila haciendo uso de lenguaje de señas y al mejor estilo narrativo de nativo americano de una película del lejano oeste, luego de presentarse, darnos un breve repaso de lo que es la conexión con el espíritu de la tierra y decirnos que nos ama, lanza una exhortación  para detener el daño a la madre tierra, la necesidad de repararla y el poco tiempo con el que contamos.  

No fue tan apocalíptico ni amenazante como me suponía, hasta cierto punto era algo simplón e infantil, pero hombre, ¡lo estaba dando un gorila lo mas de carismático! y eso ya era mucho que decir… demasiado… extremadamente particular.

Era clara su edición, al mejor estilo de “hola soy German” se hacían cortes y cambios de cámara, pero lo importante era que quedaba la esencia del mensaje:  somos unos cabrones que están acabando la naturaleza,  se nos acaba el tiempo para detener esto  y hasta los animales ya lo están advirtiendo.

A todas luces el video era un producto publicitario  que utilizando un gorila buscaba darle dramatismo y realismo al contenido.  Pero finalmente solo era eso, un comercial, que bien pudo utilizar una ardilla, un títere o al capitán planeta.

Pero me asombró el hecho de leer algunos de los muchos comentarios en los cuales,  quien compartía el video y lo hacía “tendencia” daba por sentado que en efecto el gorila en cuestión nos daba este mensaje,  como Klaatu en “ultimátum a la tierra”.


En este punto me percate de una dicotomía, nos impactaba el video por dos aspectos, su mensaje y quien daba el mensaje, si el gorila hubiese “dicho”: pájaro vuelo en piedra roja deliciosa manzana, creo que no hubiese pasado nada.  Un gorila nos impactó por su mensaje, y ya, sobra decir,  por un discurso que todos conocemos y al que nadie es ajeno.  Pero parece que nadie se impactó por el hecho de que un gorila pudo dar un mensaje.  El simple hecho de que un simio tuviese la capacidad de estructurar una idea y luego poder  expresarla a otra especie pasó por alto.  Y esto sí que sería relevante, mucho más que el mensaje en cuestión.

Descubrir que otra especie animal cuenta con la capacidad de abstracción y expresión de ideas tal como lo muestra el video implicaría un rotundo cambio en nuestra concepción sobre el lugar que ocupamos en la tierra. Si un mono “habla” o mejor aún, se comunica por medio de un lenguaje estructurado con nosotros, implica un cambio radical en la arquitectura social en la que se fundamenta la humanidad;  las religiones  tendrían que replantear su discurso salvador, para ellas los animales solo son “elementos” concedidos por el creador para que los utilicemos, por su propia naturaleza no pueden ser salvos ya que carecen de pecado, pero tampoco alcanzaran a comprender la gloria del Señor, están como relleno de la obra creadora.  En el  conocimiento del bien y del mal, como reza la fábula bíblica, radica el pecado, ¿qué papel entonces jugarían estas nuevas especies? Y ¿hasta qué punto sería moralmente correcto utilizarla para nuestra beneficio?  Los sistemas políticos y de desarrollo  tendrían que ajustarse ante una nueva realidad.  La sociedad (la mayoría) se fundamenta en el derecho que implica el  ser humanos, y lo que nos hace humanos es esencialmente la inteligencia, pero ¿si otra especie comparte esta inteligencia? y no me refiero con ello  a las conductas  presentes en todas las especies como lo son  el amor, la amistad, la alegría, el miedo, la moral, la risa, el juego,  la responsabilidad, el uso de herramientas y el lenguaje rudimentarios entre otras, que se expresan en mayor o menor intensidad en todos los animales especialmente en mamíferos (incluidos nosotros claro está).  Pero una inteligencia como la de este simio,  para poder llegar a su discurso necesita  adquirir un medio para lograr expresar sus ideas, unos conocimientos previos para entender la situación de su entorno, la capacidad de análisis de estos, la proyección de estos y sus consecuencias inmediatas y tardías, un sentido ético de lo que se está haciendo, una concepción espiritual de su entorno, de sí mismo y de ha quienes va dirigido su mensaje  y una sintaxis adecuada para expresarlo, en esencia requería ser humano en todo el sentido de la palabra.  Si este video fuese cierto nunca más se podría mirar con los mismos ojos a cualquier simio o a cualquier mamífero, una parrillada no tendría el mismo sabor.  Sería acercarnos vertiginosamente a una  realidad  distópica como la que se expone  en la serie “el planeta de los simios” más información aquí.


¿Qué tan real es el video?

El gorila en cuestión es una hembra de 45 años llamada koko, vive en california y es  de los gorilas que más ha despertado el interés del  mundo.



Fue criada desde que era una bebe  por una psicóloga   la doctora Francine Patterson,   quien la “adoptó” y cuido a causa de una enfermedad y de paso la utilizó como  participe de un proyecto sobre  lenguaje de animales  junto a otro gorila (ya muerto)  Experimento que  completa tres décadas (trabajar con estos animales es una vocación,  compromete toda la vida y  en el peor de los escenarios requiere sacrificarla,  como el caso de la primatologa Dian Fossey  asesinada por cazadores de gorilas en Ruanda en 1985) esta mujer se dio a la tarea de encontrar la forma para que  koko pudiese  comunicarse y expresarse tanto lingüísticamente como sentimentalmente. Durante  estos años  aprendió cerca de 1000 señas, de un lenguaje modificado para sordos y reconoce cerca de 2000 palabras en inglés, mucho más que muchas y muchos quinceañeros que conozco. Koko desarrolló la capacidad de entablar charlas mezclando distintos gestos, al parecer tiene conciencia de sí misma y tiene la capacidad de expresar abiertamente sus sentimientos; desde manerismo maternos, reírse de sus acciones (la risa que tanto odiaba el antagonista de “el nombre de la rosa”  que tan humanos nos hacía y que restaba divinidad al Señor Jesuscristo)


expresar tristeza, una empatía por los gatos  y sus dotes de artista. Según las malas lenguas su CI variaba entre 70 y 90, nada lejos del humano promedio, aunque creo que solo son argucias mediáticas, sobre el animal ha caído una montaña de sensiblería barata.  Está aun en debate si las acciones referentes al uso del lenguaje, (pues las otras no nos diferencian de los simios,  nos hacen  iguales) solo corresponde a mecanismos de respuestas condicionada  intensificadas por la “humanización” de la conducta del observador,  según esto,  koko sabe que determinado gesto implica una acción, y en el mejor de los casos una recompensa, y con base en ello puede armar palabras para satisfacer a su interlocutor.  Otros afirman que utiliza los gestos como un lenguaje verdadero, creando asociación de estos para expresar ideas.  Pensaría que es parte y parte, es un gran simio, lo cual le da un sustrato suficiente para desarrollar retos intelectuales básicos, pero también es un simio, y esto le limita ampliamente para desarrollar discursos estructurados.  Veamos por qué.

El primer y mayor obstáculo para que koko hable,  es que anatómicamente carece del órgano para hacerlo,  un simio es incapaz de hablar (que no implica que no se pueda comunicar) por el diseño de su aparato fonador.  No está dentro de su manual de instrucciones el habla, y eso es una gran limitante.  


El pensamiento avanzado requiere del lenguaje para desarrollarse, ya que este permite crear símbolos, sobre esos podemos abstraernos, relacionar conceptos y generar ideas.  Es un paso necesario, muchos pondrán el caso de los sordomudos, pero sobra decir que ellos solo carecen de un instrumento,  la base neuronal ya está formada por lo cual cualquier medio alterno, como las señas o gestos, suplirán a este;  los simios carecen de este elemento por lo cual la abstracción y generación de símbolos complejos es  difícil.   Por otro lado está el cerebro, el cerebro humano oscila entre los 1300 y  1500 gm,  el de los simios entre 300 y 500 gm.  El excedente de los humanos se enfatiza en la corteza,  y esta tiene una respetable parte destinada a la función del habla (área de  Broca y Wernicke) y actividad motora manual (el famoso homúnculo sensorial), 


parece que esto fue dado por el gen HAR1f  detectado  en las semanas séptima y novena de la gestación, en la parte del cerebro embrionario que da lugar a la corteza cerebral. Es un  gen que a grandes rasgos nos hace humanos, un gen presente en todos los seres vivos, que presenta una ínfima variabilidad entre muchos animales a pesar de los millones de años de separación evolutiva.  Hubo sólo dos diferencias entre las secuencias de 118 bases de la región HAR1 en el pollo y en el chimpancé;  entre el hombre y el chimpancé se encontraron 18 diferencias a pesar del  corto tiempo de separación evolutiva ( de uno 6 millones de años), por otro lado,  a diferencia de muchos animales que nacen con su cerebro relativamente  maduro,  razón por la cual son más independientes y fuertes al nacer, por razones evolutivas el hombre necesito nacer antes de tiempo, de lo contrario no cabría por el canal vaginal, de este modo un cerebro inmaduro quedó  expuesto a sensaciones y estímulos externos mayores, que a la vez crearon una mayor complejidad neuronal.

Koko no  dio el mensaje ecologista,  ese sería el mayor descubrimiento científico de los últimos siglos, solo fue una serie de tomas de la gorila  expresando deseos, luego se pegaron,  se editaron, se escribió el guion y se lanzó al internet,  un bonito y creativo mensaje, solo eso. 

Por otro lado, como me gustaría que koko se sentara a mi lado y me recriminara todo esto que he escrito.  Pero no creo que pase, tal vez en un futuro muy lejano un Cesar se levante y proclame los  derechos de los de su especie,  pero esto también es antropomorfizar mis sueños.  La inteligencia es algo innato del ser humano, un accidente evolutivo, tal vez koko no se refería a la tierra, se refería a esta última,  queda muy poco tiempo de inteligencia.